jueves, 24 de mayo de 2018

Saber es, a veces, difícil

Llevo varios intentos de entradas. Algunas veces quiero compartir con vosotros, los pocos pero importantes (o al menos para mi) lectores de mi blog, fragmentos de textos que guardo cautelosamente. Pero casi siempre, intento compartir contenido inédito, que surge cuando me pongo delante de la plantilla en blanco de esta plataforma. Así me esmero que leáis lo que siento, lo que me pasa por la cabeza, lo que creo que puede ser interesante, no tanto para vosotros, sino para mi, pues este blog se ha convertido en una especie de diario al que acudo cada cierto tiempo para saber. 

Saber qué sentía. 
Qué pensaba.
Qué quería.  

Y sigue siéndolo. Pero a veces creo que publico porqué si, y eso me hace volver a atrás. Guardar esa publicación que en una fracción de segundo creí oportuna para dejar que el silencio se extienda por un periodo de tiempo mas largo. Porque si, porque tal vez eso no era lo que mi corazón quiera decir: 

Un silencio que se extiende como una reflexión. Necesaria.

A la pregunta de si sigo escribiendo (si alguien se lo ha preguntado) la respuesta es rotunda: si. Incluso me ofende a mi mismo (porque a veces lo pienso) que no escribo, o que no escribo suficiente, o que dejo a un lado las ideas con las que tengo mucho trabajado. La poca experiencia que he adquirido después de varias derrotas, es que las palabras salen cuando quieren salir. Cuando las fuerzas, intentas arrancarlas del limbo creativo en el que permanecen, acabas siendo contradictorio, inverosímil y, sobretodo, tedioso. Y de nuevo, no para el mundo, sino para ti mismo. 

Los pasados meses, desde finales del año pasado, me esmero en proteger lo que escribo. Ha surgido en mi un instinto protector hacia lo único que puedo decir, al cien por cien, que es mío. Es mío porque lo he creado yo, lo he engendrado y lo estoy educando (a mi manera) para que se convierta en aquello que aspiro. Por eso, dedicándole tiempo y esfuerzo en esas ideas, he dejado a un lado otras. Y una de esas es este blog. A lo sumo, ésta será la cuadragésima séptima entrada, y cómo ya he dicho, acudo a algunas de ellas como forma de diario. Tiene una valor que es difícil de describir.

Pretender que los demás valoren tu trabajo de la misma manera que lo valoras tu, es bastante difícil.

Difícil es explicar los sentimientos que vuelcas.
Difícil es explicar el tiempo que le dedicas. 
Difícil es explicar lo que te ocurría para que apareciese esa inspiración. 

Por eso es importante que entendáis que esta plataforma para mi es una vía de escape, un reflejo en el que descansar como si de las olas que mece la superficie de un lago se tratase. Una motivación, un algo mas. Algo mas de lo poco que tengo. Por eso la constancia a veces no es mi fuerte. Prefiero mas seguir en silencio si lo que tengo que decir no es verdad, o no lo siento, o simplemente me parece superficial. Este altavoz es mas importante que otras cosas. No quiero mancillar con contenido superficial. Prefiero que siga así. Durmiente y plácido. 



Miradas vacías

Cada cual enfoca su vida desde una perspectiva u otra, lo que nos convierte a todos en una realidad, con muchísimos matices, con infinidad ...